La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) es la herramienta de los EEUU para perpetrar sus ataques contra las naciones soberanas que se niegan a aceptar los dictados del imperialismo. Es, por tanto, una organización de naturaleza terrorista al servicio de las élites, como demuestran los bombardeos contra población civil en Yugoslavia, Afganistán, Irak, Libia, Siria, ... La OTAN es también una estructura empleada por Washington para mantener a sus "aliados" sometidos y subordinados a sus propios intereses, como demuestra la implicación de las potencias europeas en todas las guerras de agresión perpetradas por los EEUU en los últimos años.
La OTAN es, en definitiva, el brazo armado del imperialismo contra la soberanía de los pueblos, de ahí que haya suscitado el rechazo histórico de las fuerzas obreras y progresistas del conjunto del Estado español. Sin embargo, pese a la resistencia ofrecida, las bases militares estratégicas de Rota y Morón, así como otros puntos logísticos y de aprovisionamiento de la organización criminal desplegados por todo nuestro territorio, son pruebas elocuentes de la derrota sufrida.
La actual guerra en Ucrania tiene su origen en el golpe de Estado que EEUU financió en 2014 y que aupó al poder a los sectores más reaccionarios y nacionalistas de la sociedad ucraniana. Hablando claro, EEUU y la OTAN promovieron un golpe de Estado fascista en Ucrania, en un momento que la población ucraniana se oponía a la membresía en la OTAN.
Fruto de este golpe de Estado estalló una guerra civil en Ucrania cuando una parte del país se rebeló contra el gobierno provisional surgido de este golpe fascista. Aunque inicialmente fueron muchas las regiones que se rebelaron, el ejército ucraniano aplastó las protestas en todo el país salvo en las regiones mineras de Donetsk y Lugansk. Desde entonces, el ejército ucraniano ha bombardeado constantemente estas regiones, dejando un saldo de 14.000 muertos y un país completamente destruido.
Todo esto se entrelaza con la estrategia de EEUU de cercar Rusia, expandiendo la estructura militar de la OTAN hasta las mismas fronteras del país euroasiático. La política cínica de “Puertas Abiertas” de la OTAN constituye un peligro para terceros países, ya que abre la puerta a peligrosas carreras armamentísticas, máxime cuando la misma OTAN promueve golpes de Estado para que estos países franqueen esas “puertas”.
¿Es la política de “Puertas abiertas” defensiva como se pretende o es una política ofensiva? El escudo Aegis, consistente en establecer misiles en Polonia y Rumania, que comenzó bajo el mandato de Obama indica que no es precisamente defensivo. La declaración hecha en 2008 en Budapest, donde trataba a Ucrania como un futuro miembro de la OTAN (violando la Constitución ucraniana entonces vigente), se parece más a un agujero negro absorbente que a una puerta abierta. La exigencia incluida por la UE en el tratado de Lisboa a los candidatos para entrar en la UE es algo que se asemeja más a un chantaje que a una puerta abierta. La ley 227 del Senado estadounidense, de 2014, que autoriza a ese país a intervenir en Ucrania y a poner misiles en los países vecinos de Rusia es una muestra de quien es quien “abre la puerta”. La negación por parte de la OTAN de las demandas del 17 de diciembre de 2021, que pedían la retirada de misiles de rango intermedio de puntos donde podían ser una amenaza, y la renuncia a la utilización de terceros países como una plataforma ofensiva, no deja dudas que estamos ante una política ofensiva.
En ese sentido, a finales de 2021, el gobierno títere de Ucrania abría las puertas a la posibilidad de incorporar a Ucrania en la OTAN y de adquirir armamento nuclear. Ante ello, la OTAN declara en enero de 2022 su apoyo total a la nueva doctrina ucraniana de recuperar Crimea por la fuerza, enterrando los acuerdos de Minsk. Frente a esta amenaza para su seguridad, en febrero Rusia lanza una operación militar con el objetivo de destruir la capacidad militar ucraniana y forzarla a adoptar un estatus de neutralidad.
Por todo lo dicho, consideramos más necesario que nunca renovar el compromiso de todas aquellas personas que, en el conjunto del Estado, mantienen con firmeza su NO a la barbarie del imperialismo. Es más necesario que nunca reconstruir la solidaridad internacionalista y antiimperialista en el conjunto de la Península, herida de gravedad por la embestida reaccionaria de las élites del sistema. La cumbre de la OTAN en Madrid, que tendrá lugar los próximos 29 y 30 de junio, decidirá el futuro de la estrategia bélica del imperialismo, lo que constituye un ataque directo contra las libertades y la soberanía de las clases populares del Estado español y del conjunto de Europa, por eso expresamos nuestro absoluto rechazo.
¡No a la OTAN! ¡No al imperialismo criminal de los EEUU!
6 de junio de 2022
Comunicado conjunto de las siguientes entidades internacionalistas: Brigada Rubén Ruiz Ibarruri, Siriaren Alde, Comité galego de apoio ao Donbass e a Ucraína antifascista, Comité de apoyo al Donbass Madrid, Comité asturiano solidaridad RP Donbass, Frente Antiimperialista Internacionalista, Euskal Herria – Donbass Komitea